La opresión del color rosa
Ángela
2-1-2021
Las mujeres llevamos toda la vida oprimidas por el color rosa y no teníamos ni idea hasta que ha llegado el ministro orwelliano de la desigualdad a informarnos. ¡Qué falta nos hacía este ministerio!, el que dedica su presupuesto, que no es pequeño, a exigir a los fabricantes de juguetes que tienen que llevar a cabo una comercialización «más igualitaria» porque muchos juguetes muestras “estereotipos y roles de género”. ¿Te creías que podías comprarles a tus hijos lo que te diera la gana? No, de ninguna manera. Es Irene Montero y su millón de asesoras, que para eso cobran, las que deciden con qué van a jugar tus hijos y el color de sus vestiditos, y para eso impondrán a los fabricantes los juegos que ellas consideren igualitarios. A mí lo que me oprime el corazón y me rompe las meninges es tanta banalidad. Cualquier estupidez cabe en este ministerio hecho a medida de la capacidad de la mujer del vicepresidente.
Aprovecho para recomendar dos magníficos artículos de mi columnista preferido Alberto Olmos sobre la susodicha Montero La Estrella de la Muerte de Irene Montero: no somos dignos del Ministerio de Igualdad y su compadre Adiós, 2020; hola, Edad Media