Ángela
1-2-2022
Aquí están los rebeldes
Neil Young, el creador del magnífico Harvest, está de moda porque exigió a Spotify que retirara el programa de Joe Rogan por poner en duda las vacunas contra el Covid 19, o retiraba inmediatamente todas sus canciones de esta plataforma. No tengo ni idea de quién es el tal Rogan, como los jóvenes no saben quién es Neil Young.
Resulta que el tal Rogan, tiene un programa de radio que siguen mensualmente unos 16 millones de personas, sobre todo jóvenes, y al que Spotify ha pagado 100 millones de dólares por la exclusividad de su programa. Neil Young tiene 6 millones. Si hubiera sido al revés, se habría ido Rogan, que Spotify se ha negado a echarlo no por defender la libertad de expresión, lo ha hecho porque le da muchos beneficios. O él o yo, dijo Neil Young, Y se ha ido él, claro. Pero no queda ahí la cosa. Días después, el tal Rogan pide disculpas a Neil Young y dice que va a ser más modosito, que no va a ser tan provocador. Poco has tardado, Rogan. Cien millones de contrato son muchos millones.
Si saco a colación este tema es por el papel de Neil Young como censor. Dice el cantante que Rogan es un antivacunas y por lo tanto, tiene que ser eliminado. Uno más de los muchos que creen estar en posesión de la verdad y el que no esté de acuerdo tiene que quedar fuera de juego. Y éste es de los progres que hablan de libertad en sus canciones, como Joni Mitchell, la de la canción protesta, que también ha pedido la baja en la plataforma por el mismo motivo. Se pregunta Van Morrison en uno de sus últimos discos en el que denuncia los abusos cometidos por las autoridades ¿dónde están los rebeldes? Pues ya ves, Van, dónde están los rebeldes, censurando al disidente. Vivir para ver. Y el disidente Rogan metiéndose el rabo entre las piernas. Disidencia de alas cortas.
Da igual que los vacunados vayan ya por la tercera o la cuarta vacuna, y sigan contagiándose; da igual que ya se hayan confirmado efectos adversos en la vacunas como los desarreglos en la menstruación de muchas mujeres; o la parestesia, como ha confirmado La Agencia Española de Medicamentos; da igual que se hayan confirmado casos de encefalitis debidos a las vacunas (conozco personalmente un caso); dan igual los casos de miocarditis; da igual todo, seguimos escuchando diatribas, insultos contra los no vacunados y ni una queja contra los laboratorios, ni los médicos, que incitan a la gente a vacunarse pero se niegan a darles recetas, cuando sí lo hacen para las vacunas de la alergia, que incluso tienen que pasar por inspección siendo muchos menos peligrosas. ¿Tiene algún sentido esto? No, pero el sentido común se perdió hace mucho tiempo.
Tenemos que aguantar los sermones de los periodistas en televisión, insistiendo en la vacunación. Que los periodistas ya no se dedican a informar, se dedican a aleccionar a los ciudadanos en el sentido que marcan las autoridades, a insultar a los no vacunados y a ocultar cualquier información que vaya en contra de las directrices que les llegan desde arriba.
No investigan nada. Por ejemplo, la cantidad de muertes repentinas que se están produciendo en personas vacunadas. ¿Han investigado las causas de estas muertes? No, ni se les ocurre. No son una ni dos, son miles de personas sanas, jóvenes deportistas, incluso niños, que sufren desvanecimientos, y en muchos casos, muertes repentinas, y ningún periodista lo comenta en sus programas.
A todos les gusta la censura, quieren acallar las voces disidentes, a cualquiera que plantee una duda sobre la eficacia de las vacunas.
Los progres como Neil Young están en lo mismo. Y en España, peor. Como gobierna esto que llaman izquierda, no han salido ni una sola vez a manifestarse en contra de las medidas impuestas. Como si éste fuera un asunto de derechas o izquierdas. Estamos hablando de los derechos fundamentales: libertad de expresión, libertad de movimientos, libertad de las personas para no inocularse unas vacunas en las que no confían. De eso se trata.
Los periodistas siguen y siguen, pero los ciudadanos se están hartando de esta situación. En Canadá las restricciones son tan brutales que los camioneros han salido por miles a las carreteras en contra de dichas normas. No he visto ni un solo reportaje sobre ellos. En Austria, con un gobierno fascista que ha impuesto la vacunación obligatoria, la gente sigue saliendo a la calle a protestar.
La Fundación Rockefeller publicó, en mayo de 2010, el documento Scenarios for the Future of Technologyand International Development (Escenarios para el futuro de la tecnología y el desarrollo internacional) en el que se describe con años de antelación la actual pandemia del COVID 19 y las medidas que se han tomado y que han acabado con la economía, la vida social, la libertad en suma. En dicho documento, profetizan que los ciudadanos a los cinco años de restricciones empezarían a reaccionar y a enfrentarse a las autoridades. Ya vamos por el tercer año. Estos cabrones nos tienen tomada la medida, nos han inoculado el miedo y creen que pueden hacer con nosotros lo que les dé la gana. En nuestras manos está que no lo consigan. (Sobre este documento publicamos en estas páginas el artículo Profetas del mundialismo. Rockefeller.
Nota. Recomiendo el artículo Covid-19 de Diario 16. Este artículo contiene fundamentalmente Información Oficial sobre la Pandemia, extraída de documentos de organismos reconocidos: La UE, FDA, Ministerio de Sanidad Español, NHS, EMA, CDC, VAERS, Eudravigilance, etc. Muy buen trabajo.