Zopilotes zánganos y zangolotinos

Ángela

14-1-2022

Zopilotes, zánganos y zangolotinos

Zopilotes

BuenafuenteyBerto

 

Dicen Buenafuente y su amigo Berto que hay que usar el lanzallamas contra los no vacunados. Como yo no soy humorista, no puedo decir esas barbaridades, eso sólo lo pueden hacer ellos. Yo no soy humorista, pero soy bastante graciosa, así es que, siguiendo la broma, digo que a estos zopilotes hay que darles una mano de hostias.

Nota. Zopilote, ave carroñera. Un comemierdas, vamos.

 

Zánganos

Dice el refrán que cuando el diablo no tiene qué hacer, con el rabo mata moscas. Y a eso se dedica el ministro de Consumo (hay que tener narices para crear un ministerio de Consumo, cuando las familias se las ven y se las desean para llegar a final de mes. Claro, que peor habría sido nombrar ministro de Trabajo a un tipo que no ha dado un palo al agua en su vida).

MinistroGarznComo no tiene nada qué hacer, el zángano Garzón va de garzonada en garzonada. Se gasta el dinero del contribuyente (casi 110.000 euros) en organizar una “huelga de juguetes”, para decirles a los padres lo que tienen que regalar a sus hijos. Es que los padres no saben educar, hay que enseñarlos.

Lo último (vendrán otras garzonadas), es lo de que España exporta carne de mala calidad. Cualquiera diría que es un necio (que lo es), pero también hay que añadir que es un “buen mandao”. Al fin y al cabo, el objetivo de la Agenda 2030, de su jefe el señor Sánchez y los jefes de su jefe, es que la población deje de comer carne y coma carne sintética y escarabajos, cucarachas y otros insectos, como ya publicamos, hace más de dos años, en el artículo Cuando seas rico comerás carne.

Yo no sé si con éste sería suficiente una mano de hostias;  a lo mejor, le venía bien, siguiendo con la broma, una somanta palos.

Nota. Zángano. Vago “rematao”.

 

Zangolotinos

Nada que decir de los zangolotinos. Me hace gracia la palabra, es amable, casi entrañable. Zopilotes, zánganos y zangolotinos. Las tres zetas.

Sanchezpin2030Bueno, sí, podría decir que cada vez abundan más los zangolotinos, jóvenes que quieren seguir siendo niños. Es decir, que no quieren tener ningún tipo de responsabilidad, que prefieren dejar su vida en manos del poder. Jóvenes que ante la falta de trabajo, en lugar de enfrentarse a los que les impiden trabajar, se conforman o se conformarán con un salario mínimo que no les permitirá independizarse de sus padres, comprar o alquilar una casa, formar una familia, en fin, tomar las rienda de sus vidas. Se conformarán con tener sus videojuegos, sus móviles de última generación, y poco más. Jóvenes que admitirán sin rechistar la Agenda 2030, la del Foro Davos, del que forman parte los más ricos y poderosos del mundo, y también la mayoría de los políticos (ahí están todos con su chapita en la solapa), tanto de izquierdas como de derechas, que estas diferencias sólo existen para provocar el enfrentamiento entre los ciudadanos.

La Agenda 2030 dice: no tendrás nada, pero serás feliz. Y los zangolotinos, lo aceptarán todo, sin ni siquiera darse cuenta de que los poderosos no hacen nada por el bien del ciudadano, sólo hacen lo que les viene bien a ellos. ¡Pobres zangolotinos!

Compártelo!

Deja un comentario

Scroll al inicio