Enfermos preventivos

Enfermos preventivos

Ángela

13-1-2023

 

Antes de salir del hospital, un recién nacido recibe su primera vacuna. Al cumplir su primer año de vida, un niño sano habrá recibido en España 32. A los catorce le habrán puesto unas 50 vacunas. En el caso de los niños alérgicos hay que sumarle 12 vacunas al mes durante 5 años.

Es asombroso con qué facilidad se admite que un niño nacido totalmente sano sea tratado como un enfermo. Las vacunas no son obligatorias, pero la inmensa mayoría de los padres no se atreven a dejar de ponérselas por miedo.

PfizerCovidNiños sanos son expuestos a los efectos adversos de las vacunas, porque no hay medicamentos inocuos. Se han realizado estudios que relacionan algunas vacunas con el autismo, por ejemplo; rápidamente los investigadores han sido descalificados. Cualquier investigador, por mucho renombre que tenga, si se sale de lo prescrito por la OMS, será insultado, expulsado de la medicina, y difícilmente podrá seguir con sus investigaciones.

Las vacunas se empezaron a inocular masivamente en los años 50 del siglo XX, cuando las condiciones de salubridad no eran las de ahora; la canalización de aguas fecales era muy limitada, la alimentación era pobre por lo que era muy difícil controlar las enfermedades contagiosas. En los últimos setenta años todo esto ha cambiado, por suerte, para bien, y sin embargo para los niños no ha cambiado nada, incluso ha empeorado. No parece que interese mucho disminuir el número de vacunaciones.

¿Cuántos miles de millones facturan las farmacéuticas con las vacunas infantiles?

Pero las vacunas no son los únicos medicamentos que toman los niños. Han aumentado de forma inusitada en los últimos años los niños diagnosticados de TDAH, Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). En España los casos se han multiplicado por 30, sobre todo los niños entre 8 y 12 años, porque se ha sobrediagnosticado, según explica el psicoanalista José Ramón Ubieto en su libro Niñ@s hiper. 

Aderall2¿Qué es el TDAH? Dice la CDC que “Las personas con TDAH pueden tener problemas para prestar atención, controlar conductas impulsivas (podrían actuar sin pensar en el resultado de sus acciones) o pueden ser demasiado activos”. Dicen que hay niños que no prestan atención. Como si eso fuera una rareza. Lo raro es que un niños se pase horas sentado en un pupitre, sin levantarse, escuchando con atención las explicaciones de un profesor (ya no existen los maestros). Y cuando sale del colegio hace no sé cuántas actividades (inglés, música, yudo…) y cuando llega a casa, aburrido, se pone a jugar con sus maquinitas, a las cuales, por cierto, sí presta mucha atención. Los pequeños, como mucho, juegan en el parque un tiempo pautado, como si fuera otra actividad del colegio. Una vida de mierda la de los niños de ahora. Dicen que tienen problemas para “controlar conductas impulsivas (podrían actuar sin pensar en el resultado de sus acciones)”. Claro, es que son niños. Una de las características fundamentales de los niños es que no piensan en el resultado de sus acciones. La reflexión se supone que es una capacidad de los adultos (es mucho suponer), pero desde luego no forma parte de las capacidades del niño. El colmo es que digan que “pueden ser demasiado activos”. ¿Qué es eso? La actividad sí es una característica fundamental de un niño. Lo preocupante es que un niño sea poco activo. Con este “diagnóstico” son medicados miles, millones de niños. Y no es una medicación cualquiera. Los medican con anfetaminas (Adderall, Dexedrina y otros), y metilfenidato (Ritalin). Tanto las anfetaminas como el metilfenidato son altamente adictivos. Los efectos secundarios más comunes de estos fármacos son: “Disminución del apetito/adelgazamiento, problemas del sueño, aislamiento social. También pueden producir efecto rebote (aumento de actividad o mal humor cuando el medicamento pierde se efecto), movimientos pasajeros de los músculos o sonidos llamados tics, pequeños retrasos del crecimiento”. Casi nada.

Siempre ha habido niños más inquietos que otros. Y es lo normal. No somos todos iguales, pero no nos quieren distintos. Nadie se puede salir de la norma y para conseguir una sociedad cada vez más uniforme (cuanto más uniforme es una sociedad, más fácilmente se domina), la mejor manera de conseguirlo es controlar a la persona desde que nace.

¿Cuántos miles de millones facturan las farmacéuticas con las anfetaminas que consumen los niños?

Ritalin2Los niños crecen medicados para que dejen de comportarse como niños, para que no molesten, y se encuentran en la adolescencia y más allá con los problemas que hemos tenido toda la vida y que los hemos resuelto como hemos podido, pero ahora miles de jóvenes y mayores toman fármacos para sobrellevarlos. El consumo de antidepresivos y ansiolíticos ha aumentado de forma alarmante en los últimos años. Desde el comienzo del coronavirus ha aumentado un 15%, «Nunca en mi carrera he recetado tantos antidepresivos y ansiolíticos». 

Ansiolíticos, antidepresivos y opioides son los medicamentos más vendidos en España. De hecho, España encabeza el consumo de ansiolíticos en Europa

El gran aumento de consumo de estos fármacos se ha producido, sobre todo, tras el encierro de tres meses obligado por el gobierno y las medidas vejatorias tomadas de forma dictatorial desde el inicio del coronavirus. Un desastre total que ha afectado en mayor o menor medida a toda la población. En casi todos los países europeos hubo manifestaciones en contra de las medidas tomadas por las autoridades; de alguna manera, las poblaciones se rebelaron contra esas medidas draconianas. En España no se rebeló nadie, y siguen sin hacerlo. En todos los países europeos las mascarillas dejaron de utilizarse hace meses, en algunos países no las utilizaron nunca. En España todavía seguimos con mascarillas en el transporte público y prácticamente nadie se adderallrebela contra eso. El miedo ha triunfado más en España que en otros países del entorno. La mayoría de la gente ha interiorizado el miedo y en lugar de enfrentarse a la tiranía del Estado, la depresión y la ansiedad se han adueñado de sus vidas. Para controlarlas consumen fármacos masivamente. Decía Henri Laborit que hay tres formas de responder a los problemas: enfrentarse a ellos, la huida y la inhibición, o sea, tragárselos. Tanto el enfrentamiento como la huida son dos formas de salir de las situaciones difíciles. Cuando no somos capaces de enfrentarnos a una situación complicada y tampoco tenemos la posibilidad de huir, no podemos seguir adelante con nuestras vidas, es entonces cuando recurrimos a los antidepresivos, a los ansiolíticos y a los opioides. Su consumo se ha multiplicado por nuestra incapacidad de enfrentarnos tanto personal como colectivamente a unos poderes que consideramos omnímodos. Hemos perdido la esperanza.

¿Cuántos miles y miles de millones facturan las farmacéuticas con las vacunas contra el coronavirus?

A mediana edad comienzan a asustarnos con el colesterol. Hace unos años se recomendaba tomar pastillas a partir de un índice de 280. Hasta hace muy poco, en Alemania recomendaban tomar medicación a partir de los 300. En un momento dado deciden en España que hay que tomar medicación a partir de 200. De un día para otro aumentaron de forma brutal los “enfermos” por el colesterol. No había cambiado nada con relación al día anterior, nada explica ese cambio; el que tenía 250 estaba perfectamente el día de antes; al día siguiente ya no, tiene que comenzar a tomar la medicación, y si no la tomas, el médico te regaña. Los laboratorios farmacéuticos ven multiplicados por yo que sé cuánto sus beneficios con la venta de estatinas, fármacos con graves efectos secundarios: Dolor y daño muscular, daño hepático, aumento del nivel de azúcar en sangre o diabetes de tipo 2, efectos secundarios neurológicos.

Personas sanas enferman por las estatinas que toman para evitar una enfermedad que no existe. Son los enfermos preventivos.

¿Cuántos miles y miles de millones facturan las farmacéuticas con estos fármacos que se consumen durante años para evitar una “futura” enfermedad?

ModernaA la vejez tampoco faltan las vacunas. Todos los años se lanzan las campañas de la vacuna de la gripe para inocular a los mayores de 60 años, aunque no hayan tenido en su vida ni un catarro. Las personas mayores tienen bajas las defensas, lógicamente, y aun así les plantan una vacuna que no saben qué efectos les va a provocar teniendo en cuenta su propia fragilidad por la edad y la cantidad de fármacos que toman para las distintas enfermedades que les diagnostican. Los mayores toman una cantidad ingente de fármacos: para el colesterol, la diabetes, diuréticos para el riñón, pastillas para el corazón, etc. Si un fármaco tiene contraindicaciones, ¿qué efectos negativos están produciendo en las personas mayores este consumo masivo de medicamentos? Es imposible saber los efectos de la interacción entre tantas pastillas. Son tantas pastillas que ni siquiera saben qué están tomando, pueden tomarse dos para el colesterol y olvidarse las del corazón. Me contaba una amiga sobre la gran cantidad de pastillas que tomaban sus suegros, y ellos tan contentos porque la farmacia más cercana amablemente les recoge cada mes ese arsenal y les trae uno nuevo.

¿Cuántos miles y miles de millones facturan las farmacéuticas a costa de las personas mayores?

Los fármacos en muchas ocasiones son absolutamente necesarios, lo que es incomprensible es que desde la cuna hasta el final de la vida, los ciudadanos vivamos medicalizados sin ninguna necesidad. Es una locura.

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