¿Dónde están los enfermos de gripe?
Desde mi guarida
Ángela
27-6-2020
Hay bastantes cosas incomprensibles en esta pandemia. La temporada 2018-2019 (5 meses), dejó 490.000 casos no graves de infección respiratoria, 35.300 hospitalizaciones por gripe confirmada, 2500 ingresos en las unidades de cuidados intensivos y 6300 muertes. La temporada anterior fue aún peor.
Estamos viviendo en una película de ciencia ficción. Todo el mundo se siente protagonista de una película de terror de las que más miedo dan, las que suceden en casa, en el barrio, en la ciudad, en los sitios donde se desarrolla la vida cotidiana. Yo más bien soy el espectador que se sienta ante la pantalla para ver el desastre ocasionado por ese coronavirus maldito. Aquí no sucede nada. La vida cotidiana ha cambiado poco. No me encuentro a nadie cuando salgo a pasear al perro, pero antes del estado de alarma me podía cruzar con una, dos o tres personas; o con ninguna. La soledad ahora es un poco mayor, el silencio algo más profundo, pero si no fuera por la televisión y los guasap de la familia y amigos, pareciera que no ocurre nada. Y sin embargo, este pueblecito está a una hora de la gran ciudad, donde todo ocurre. ¿Qué ha pasado para llegar a esto?
La cosa empezó en China con el cierre de la ciudad de Wuhan el 22 de enero de 2020. Si se cierra una ciudad de 11 millones de personas, es que algo grave ocurre. Pero los datos no mostraban una emergencia. En ese momento el virus había afectado a unas 500 personas y habían fallecido 17 ¿En China cierran una ciudad por 17 muertos? Imposible. Una de dos, o engañaban en las cifras, o pensaban que no se trataba de un virus cualquiera. Las muertes se habían multiplicado por dos en un solo día, pero la epidemia del SARS en el año 2002, tuvo una mortalidad del 10% (la del coronavirus 2019-nCoV era en ese momento del 3%); acabó con 8.000 infectados y unos 700 muertos, y no cerraron ninguna ciudad.
El 31 de enero de 2020 se confirma la enfermedad en Italia con la llegada, dicen, de dos turistas chinos contagiados. Las autoridades italianas no toman ninguna medida. Cuando ya se registraban miles de contagiados y cientos de muertos, una amiga, acompañada de un grupo de turistas, llegó a Venecia. No hicieron ninguna prueba al grupo cuando llegó al aeropuerto. Viajaron por otras ciudades, Florencia, Roma, sin ningún problema. Algunos de los turistas de su grupo se pusieron enfermos, incluso comunicándolo los dejaron volver a España sin problemas. Llegan a España y tampoco les hacen ninguna prueba al bajar del avión, ni después.
El 8 de marzo había en Madrid 500 hospitalizados. Pero había que hacer la gran demostración de fuerza en la calle, y desde todas las esferas del gobierno se animó a la gente a asistir a una manifestación multitudinaria en Madrid (decenas en toda España). Más de 120.00 personas se amontonaron en la calle animadas por el gobierno. Por otro lado, los de Vox realizaron su mitin en Vista Alegre. Unas 10.000 personas reunidas cuando ellos mismos estaban criticando al gobierno por no tomar medidas. Además de partidos de fútbol. El día trece eran 2.000. ¿Y ahora hay que tener solidaridad con Madrid? No, a Madrid hay que tratarla como corresponde y entregarle, como al resto de comunidades, todos los productos necesarios para la protección de médicos, enfermeras, auxiliares, en fin, de todos los que cada día ponen en peligro su vida por conservar la nuestra. Fernando Simón, director del Centro de Coordinación y Alertas Sanitarias del Ministerio de Sanidad, el mismo que decía: “Si mi hijo me pregunta si puede ir a la manifestación del 8-M le diré que haga lo que quiera», anunciaba al día siguiente de las manifestasciones que había que obligar a la gente a estar en sus casas para evitar el contagio. Y no ha dimitido.
A día de hoy tenemos en España 64.059 contagiados y 4.858 fallecidos
Por cierto, ¿dónde están los que cuando una solo persona se contagió del ébola, a la que por cierto salvaron (porque la sanidad española es extraordinaria) cuando no se salvaba nadie de esta enfermedad, se manifestaban contra el gobierno gritando «esta cagada la tienen que pagar» y hacían vigilia para que no sacrificaran a su perro?
Cuando se recuperó pidió una indemnización por la muerte del animal. Hay gente para todo.
Hay bastantes cosas incomprensibles en esta pandemia. La temporada pasada 2018-2019 (5 meses ), dejó 490.000 contagiados por la gripe; 35.300 hospitalizados y 6.300 muertos. .La temporada 2017-2018 fue aún peor con cerca de 800.000 enfermos, de los cuales 52.000 tuvieron que ser ingresados y cerca de 15.000 fallecieron.
Y eso que en España se vacunan desde hace muchos años los mayores de 65 años y otras personas de riesgo: enfermos con otras patologias, personal sanitario, personas que atienden a ancianos…Otros países tuvieron cifras similares, cifras muy superiores a las del coronavirus de este 2020. Sin embargo, no se alteró la vida cotidiana. No se produjo esta alarma generalizada.
¿Dónde están los enfermos de gripe de este año? ¿En la temporada pasada mueren 6.300 personas por la gripe y este año no hay ningún enfermo?
¿La gripe ha desaparecido? ¿Ya sólo enfermamos por el coronavirus?
Otra cosa rara es el mapa del virus. ¿Por qué Italia y luego España tienen más contagios y sobre todo más muertes? El virus viaja miles de kilómetros saltando toda China (no han hablado de otros casos en todo el país), toda Europa, hasta plantarse en el norte de Italia, donde arrasa. ¿Alguien puede explicar eso? Y luego llega a España. La Lombardía hace frontera con Austria, Alemania y casi con Francia, tenía fácil entrar en cualquiera de esos países, y se viene a España? Y también arrasa. Ciudadanos chinos hay en todo el mundo, sin embargo ataca a Europa y de momento se olvida de África (ojalá no llegue nunca) donde los chinos se han establecido hace años.
Todo es raro con este coronavirus.
El resultado de este disparate es que estamos encerrados en nuestras casas, la policía controla las calles, y el ejército también ha salido (ofreciendo ayuda, por suerte); los vecinos denuncian a los que pasan por la calle, a los que dan un paseo al perro más largo de lo que ellos consideran; la economía está paralizada (ya veremos como salimos de ésta; mal en cualquier caso); de los despidos temporales que se producen a diario, ¿cuántos serán permanentes?; ¿de qué van a vivir los autónomos? ¿Cuánto va a durar esta pesadilla? Y el miedo, ¿quien nos va a curar del miedo? Ni en caso de guerra se puede obligar a la gente a quedarse en casa, la gente sale a la calle jugándose la vida, pero sale.
Y aquí estamos todos viendo el apocalipsis por televisión. Veinticuatro horas al día contándonos los enfermos y los muertos diarios. ¿Hicieron lo mismo con los enfermos de gripe del año pasado? ¿Alguien sabía, salvo los epidemiólogos y el personal sanitario, las cifras escandalosas de los contagiados por gripe del año pasado?
Y, como se ve que con el encierro no tenemos bastante, encima tenemos que soportar insultos como los de la malvada Clara Ponsatí diciendo de “Madrid al Cielo” cuando había ya cientos de muertos en la ciudad. Pues ya sabes: “De Madrid al cielo y la Ponsatí al infierno”. No te libras.
¿Y qué me dicen de los defensores a ultranza de la sanidad pública?. La vicepresidenta Carmen Calvo, se contagia y ¿a dónde va? a la Clínica Ruber, una de las clínicas privadas más prestigiosas de España. Y los demás en los pasillos ¡Manda narices! Hace años a los funcionarios les dieron a elegir entre la sanidad pública o la privada. La inmensa mayoría (incluidos médicos, enfermeras, etc.) eligió la privada, entre ellos la socialista Carmen Calvo ¡Qué cinismo!
Mi hermana lleva 16 días enferma en casa con fiebre y tos y se encuentra fatal. Está solita. No podemos atenderla. Sólo en los últimos días le llama la médico para ver cómo se encuentra. Dicen que no le hacen los test porque no sirven para nada, pero se los han hecho inmediatamente a Carmen Calvo, a la ministra de igualdad (?), Irene Montero, a la mujer del presidente Pedro Sánchez, incluso a su madre y su suegr. Hay que tener muy poca vergüenza.
El consejero de sanidad de la Comunidad de Madrid ha dicho en una entrevista radiofónica que comprar material es muy complicado. Los productores son los chinos y están vendiendo a todo el mundo; cuando se les hace un pedido, si al cuarto de hora no han recibido el pago, suben el precio o se lo venden a otros. Esta situación pone de manifiesto el desastre que supone para todos haber dejado la producción mundial de todo tipo de productos en manos de un solo país. En toda Europa no se fabrican ni unas simples mascarillas o guantes. Es preferible comprarlo todo a un país con una mano de obra a precio de esclavo que fabricar aquí pagando salarios razonables. Ahora lo estamos pagando pero bien. Lo de China es muy raro. Como hemos visto antes, sólo ha cerrado una región, no ha cerrado todo el país y, sin embargo, el resto del mundo está cerrado a cal y canto. Un cierre de dos meses de una región y queda como el único productor del mundo ¿Tiene sentido?
La parte buena de este encierro es la solidaridad mostrada por la mayoría de la gente. Y esos aplausos dirigidos a todos los médicos, enfermeras, auxiliares, en fin, a todo el personal sanitario en general que trabajan horas y horas para intentar que esto acabe cuanto antes; y a todos los que consiguen que los alimentos y productos de primera necesidad no falten en las ciudades ni en los pueblos más pequeños.
Y pone de manifiesto la gran capacidad de organización, y el nivel técnico de grandes profesionales de este maltratado país; un ejemplo de lo cual es el montaje en cuatro días de un hospital de campañacapaz de acoger hasta 5.500 pacientes. Han sido muchos los voluntarios que se han acercado para ayudar, incluso con sus propias h erramientas. Lo hemos visto todos y a todos nos ha emocionado.
Nunca en toda la historia se ha producido una situación como esta. El cierre del mundo entero es algo único. Ni en las peores pesadillas podríamos pensar que algo así podría ocurrir. Ni un país ni dos, todo el mundo paralizado. Los gobiernos de todo el mundo tendrán que dar explicaciones más detalladas de lo que está ocurriendo. Tendremos que pedírselas. No sé si nosotros aprenderemos mucho de esto o sólo nos quedará el miedo. Los que sí han aprendido, y mucho, con este coronavirus son los poderosos del mundo. Se han dado cuenta de que no les hace falta pegar un tiro para encerrarnos en nuestra propia casa ¿voluntariamente? Y no se te ocurra intentar salir, porque tus propios vecinos te insultarán o algo peor si lo intentas. Ni cárceles van a necesitar, ni armas, ni atentados, sólo un aviso de coranavirus y se acabaron las protestas. No sé de dónde habrá venido esto, pero el resultado para los malvados con poder es extraordinario.
DESDE AQUÍ UN RECUERDO PARA TODAS LAS PERSONAS QUE HAN PERDIDO A SUS SERES QUERIDOS
Y A LOS ENFERMOS POR SU PRONTA RECUPERACIÓN
¡¡¡ÁNIMO!!!