Nazim Hikmet-Séptima carta a Taranta-Babu

Nazim Hikmet
(Salónica, 20 de noviembre de 1901 – Moscú, 3 de junio de 1963)

18Nazim-Hikmet

 

 

 

 

 

 

 

 

SÉPTIMA CARTA A TARANTA-BABU

Yo sé bien

que no pasan de seis a siete

las preguntas clasificadas

como frascos herméticos

en las estanterías de tu mente.

Tú que eres tan inmensamente ignorante

ignorante como un profesor cualquiera

de derecho público internacional.

Si a pesar de eso

te preguntara

te dijera yo a ti:

“¿Si se cayesen los pelos

de nuestras cabras,

si se les cortara la leche

que mana como rayos gemelos de luz

de la noble tibieza de sus pechos;

si nuestras naranjas

se secasen en sus ramas como un sol-niño que se apaga;

si el hambre, con sus pies descarnados,

atravesara nuestras tierras

como un déspota local

qué harías?”

Tú me dirías:

“Como noche estrellada

que empieza a palidecer con las primeras luces,

gota a gota perdería mis colores,

gota a gota me apagaría.”

Me dirías tú a mí:

“¿Puede hacerse una pregunta como esta

a una mujer africana?

El hambre significa la muerte para nosotros,

la abundancia, alegría.”

Pero ¡Qué raro, Taranta-Babu,

que aquí sea lo contrario!

Es un mundo el de aquí

tan extraño y curioso

que muere en la abundancia

y vive en la escasez.

Hombres

como lobos hambrientos

yerran por los arrabales.

Los graneros están encadenados,

los graneros están llenos de trigo.

Los telares

podrían cubrir con telas de seda

el camino que va desde la tierra hasta el cielo.

Los hombres van descalzos

los hombres están desnudos.

Es un mundo éste

tan raro y tan curioso

que los niños no encuentran leche

mientras los peces beben café.

Alimentan a los hombres con palabras

y a los cerdos con patatas.

 

En recuerdo de Miguel Ángel que en su día nos envió un  haiku y un poema y no ha llegado a verlos en esta página. 2014)

 Voces de interminables generaciones y De los hilos que conectan las estrellas.

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