Profetas del mundialismo. Rockefeller

Desde mi guarida

Ángela

3-9-2020

 

En abril de 2015, Bill Gates, el nuevo gurú del mundialismo, decía alegremente en una conferencia: “Si algo ha de matar a más de 10 millones de personas en las próximas décadas, probablemente será un virus muy infeccioso más que una guerra. No misiles, sino microbios”. Según él, sería una pandemia que podría dejar hasta 30 millones de muertos en seis meses. Más vale pasarse que no llegar, pensaría el “filántropo”.

Pero no fue el primer profeta del apocalipsis vírico, se le adelantó la Fundación Rockefeller que, en mayo de 2010, publicó el documento Scenarios for the Future of Technologyand International Development (Escenarios para el futuro de la tecnología y el desarrollo internacional) en el que describen la actual pandemia del COVID 19 con todo lujo de detalles, aunque ellos insisten en que no son predicciones “Es importante destacar que los escenarios no son predicciones. Por el contrario, son reflexiones, hipótesis que nos permiten imaginar, y luego ensayar, diferentes estrategias para estar más preparados para el futuro, o más ambiciosamente, cómo dar forma a un futuro mejor”. Hay que decir que si no son predicciones, los de la Fundación Rockefeller, crean unos escenarios tan reales como la vida misma muchos años antes que la vida misma. Vamos, que si no nos fijamos en la fecha, creeríamos a pie juntillas que están hablando del COVID 19, la pandemia de 2020. También queda claro su objetivo: cambiar el mundo que conocemos «dando forma» a un futuro mejor para ellos, claro.

El escenario que plantean es una pandemia por un virus, “una nueva cepa de influenza, originada en gansos salvajes, extremadamente virulenta y mortal que se produce en 2012 y se extiende rápidamente por todo el mundo, infectando a casi el 20 por ciento de la población mundial y matando a 8 millones de personas en sólo siete meses”. Así comienza el relato. Como si estuvieran viendo la pandemia actual con una máquina del tiempo. Eso sí, la tendencia a exagerar es bastante evidente en estos profetas. Hasta el momento hay 822.000 fallecidos, el 10% de la profecía rockefelleriana; como ya hemos visto Bill Gates subió la cifra a 30 millones cinco años después, no va a ser él menos que Rockefeller. Por eso, Pedro Sánchez, que  leyó o le leyeron el informe, va diciendo por ahí que ha salvado 450.000 vidas. Esa es la cantidad de muertos que le tocaba a España si hubieran acertado con las cifras.

Continúa el relato: “La pandemia también tuvo un efecto mortal en las economías: la movilidad internacional de personas y bienes se detuvo, debilitando industrias como el turismo y rompiendo las cadenas de suministro mundiales. Incluso a nivel local, las tiendas y edificios de oficinas normalmente bulliciosos permanecieron vacíos durante meses, sin empleados ni clientes”. ¿De verdad no es una predicción? Cualquiera lo diría. Y todavía se sorprenden de que haya gente que piense que la pandemia ha sido provocada. Se lo ponen a huevo.

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