El grito

Ángela

22-10-2021

 

Nunca había oído nada igual. Un grito desgarrador, que nos hizo saltar de la cama. Siguieron otros gritos igualmente pavorosos, mientras salíamos corriendo a la calle con el camisoncillo de verano. Eran entre las dos y las tres de la mañana del mes de agosto de 2020. En una casa de la calle de arriba se habían juntado unos jóvenes que hablaban y escuchaban música. Los oímos hasta que nos quedamos dormidos. Lo primero que pensé es que le había pasado algo grave, muy grave a alguno de los jóvenes, pero no, los gritos venían de la calle de abajo. Nos dirigimos hacia allá y en la puerta de una casa había cuatro o cinco personas. Ahora, la que gritaba era yo. “¿Qué pasa, qué pasa?” Una vecina salió al escucharme: “Ya no pasa nada, todo ha pasado ya. Se ha suicidado el chico de esa casa”. Nos quedamos mudos. La que gritaba era la madre del joven que desde el comienzo del coronavirus se había ido a cuidar a su madre, en un pueblo muy lejos de allí, y llegaba en ese momento con unos familiares. La pobre mujer no tenía consuelo.

elgritoNo conocía al joven, pero desde mi terraza veía de vez en cuando a un hombre que cuidaba el jardín. Pensaba que era gente que venía los fines de semana, pero según contaban al día siguiente, el chico había pasado todo el confinamiento solo en la casa, y allí seguía, meses después, teletrabajando. Tenía amigos en el pueblo y ese día habían quedado para hacer una barbacoa en la casa de uno de ellos, y como no llegaba, fue la novia a buscarlo. Ella fue la que lo encontró. Se había ahorcado en el garaje. ¡Qué horror! Un chico tan joven, 25 años tenía, y qué pronto acabó su vida. ¡Qué tristeza!

No habían pasado ni quince días cuando un helicóptero daba vueltas sin parar a la salida del pueblo. No se veía humo así es que no podía ser un incendio. Y no lo era. El helicóptero de la Guardia Civil estuvo un par de horas sobrevolando el puente sobre el que pasa la carretera hasta convencer a un chico de ¡16 años!, de que no se tirara. Por suerte, lo consiguieron. Pero la felicidad no dura mucho. Días después otro joven de 23 años consiguió saltar desde el mismo puente.

En menos de un mes, y en un pueblo tan pequeño, dos jóvenes de 23 y 25 años se suicidan y otro de 16 lo intenta. Esta es una pequeña muestra. Los intentos de suicidios en jóvenes han aumentado un 250% desde el comienzo de la pandemia. Actualmente, el suicidio es la principal causa de muerte no natural entre jóvenes de 15 a 29 años. ¿Qué puede haber ocurrido para que se produzcan estos hechos?

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