La edad de la confusión
Ángela
21-10-2022
En 1965 nacieron en Winnipeg, Canadá dos niños gemelos, Bruce y Bryan Reimer. A los 8 meses una operación fallida de fimosis dejó destrozado el aparato genital de Bruce. A Bryan no se atrevieron a operarlo y no tuvo ningún problema. Ante el desastre los padres acudieron a un famoso psicólogo, John Money, que mantenía que la identidad sexual no era algo natural, que era una construcción social y por tanto si a un niño se le trataba como si fuera niña, se convertiría en una niña. Convenció a los padres y cuando el niño tenía dos años le extirparon los testículos y comenzaron a hormonarle y a tratarle como a una niña. Pero él nunca se sintió una niña a pesar de lo que decía el psicólogo que consideraba un éxito su “ensayo”, que al fin y al cabo era lo único que pretendía: conseguir el éxito poniendo en práctica su loca teoría sobre dos criaturas inocentes. Tras varios años de consultas médicas por sus desbarajustes mentales, los padres le confesaron que era un niño; a los catorce años decidió cambiar a su verdadera identidad y se convirtió en David. Más operaciones: una doble mastectomía (llevaba toda la vida con tratamientos de hormonas femeninas y desarrolló el pecho como cualquier niña), inyecciones de testosterona, en fin, un infierno interminable. Consiguió más o menos seguir con su vida. Denunció el caso y apareció en programas de televisión que pusieron en evidencia al maldito John Money. En 2004 se suicidó. Tenía 38 años. Su hermano gemelo, Bryan, había fallecido dos años antes por sobredosis tras …