CÓMO VENDER LO VIEJO COMO SI FUERA NUEVO

De la Fondation Saint-Simon a Emmanuel Macron

 

Las recientes elecciones en Francia han llevado al poder a Enmanuel  Macron. ¿Cómo es posible que un partido En marcha! aparecido hace un año haya conseguido el apoyo de todos los partidos y de prácticamente todos los medios de comunicación?
En este artículo Meyssan nos retrotrae a unos años atrás para explicarnos de dónde viene Macron y cuales han sido sus apoyos. Lo reproducimos íntegramente. (Ángela, 11-5-2017)

 

Thierry Meyssan

La repentina aparición del nuevo partido político llamado En Marche! en la escena electoral francesa y la candidatura de su presidente, Emmanuel Macron, a la presidencia de República no tienen nada que ver con la casualidad. Está lejos de ser esta la primera maniobra de los partidarios de la alianza entre la función pública francesa y Estados Unidos.

Es imposible comprender la súbita aparición en la escena política francesa del hoy candidato a la presidencia Emmanuel Macron sin conocer las maniobras anteriores a esta, orquestadas por Jacques Delors y Dominique Strauss-Kahn. Para entender lo que sucede detrás del escenario, es necesario mirar al pasado.

 

1982: la Fondation Saint-Simon
En 1982, personalidades del ámbito universitario y directores de grandes empresas francesas decidieron crear una asociación que favoreciera «el encuentro entre los investigadores de las ciencias sociales y los actores de la vida económica y social y difundir al público los conocimientos resultantes de las ciencias humanas y sociales». Esa asociación fue la Fondation Saint-Simon [1].
Por más de 20 años, la Fondation Saint-Simon impuso en Francia los puntos de vista de Washington, creando lo que sus críticos llamaron «el pensamiento único». Después de las huelgas de 1995 y el fracaso de la reforma del sistema de jubilación, esa fundación decidió disolverse, en 1999.
La Fondation Saint-Simon organizó 70 seminarios anuales en los que participaron siempre unas 40 personas. Publicó 110 Notas mensuales y alrededor de 40 libros. Más discretamente, organizó también una cena mensual en la que se reunían personalidades del medio universitario, jefes de empresas cotizadas en la Bolsa de París y los principales empresarios de la prensa francesa.
En el marco de aquellas cenas no sólo se acercaron los puntos de vista de los participantes sino que los patronos de la prensa decidían los temas que abordarían sus publicaciones y cómo enfocarlos. Poco a poco el pluralismo de la prensa fue cediendo su espacio al «deber de informar» y después ante el «poder de formar» las mentes.

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