El año que vivimos penosamente
Desde mi guarida
Ángela
2-1-2021
Por fin ha terminado el maldito año 2020 en el que hemos visto como el gobierno nos ha despojado de nuestras libertades con la ayuda impagable (bueno, eso no, pagada) de las televisiones. Arrestos domiciliarios, embozos para salir a la calle, imposibilidad de ver a familiares y amigos a cuenta de un virus errático que ha afectado fundamentalmente a los países occidentales. No sabía que los virus podían elegir a quien atacar. Un virus que aparece en una población china, se salta toda China y llega a Europa para acabar con la salud, la economía y la libertad de los ciudadanos. Y ahora, vemos imágenes en las teles de miles de chinos de fiesta, paseando por las calles, todas las tiendas abiertas y sin mascarillas. Y sin vacunar. Vaya con los chinos. ¿Ellos no necesitan vacunas y nosotros sí? Dicen algunos que está afectando más a Europa porque su población es la más envejecida, pero es una explicación difícil de encajar. ¿Entre 1.400 millones de chinos no hay 100 millones de personas mayores? ¿o al menos 50 millones? Las cifras de muertos en China no llegan a 5000. Incluso teniendo en cuenta que los chinos mienten por sistema, los números no cuadran; multiplica por 10 esa cifra y todavía no llega al nùmero de fallecidos en España. Una de dos, o los chinos son extraterrestres o los extraterrestres somos nosotros, los occidentales. Porque en África el coronavirus también ha entrado de puntillas. Un ejemplo es Nigeria que …