Carolina Laura Fernández Aronas

Carolina Laura Fernández Aronas

No es el primer poema que nos envía Carolina, poetisa (me gusta esta palabra, podría ser Poetisa, la diosa de la poesía). En esta ocasión además nos presenta su blog clarolindapoesia. «Siempre me dijeron que soy: Una caja de bombas a punto de explotar… este es mi estallido». (Ángela, 1-4-2016)

 

Ciudad Aislada

Un misterio, una escena, un cuento
de tus labios salen como palomas al vuelo.
Jugando río, enredada entre tus piernas
atendiendo muy atenta, madrugada madrileña.

Una palabra, una historia, un pensamiento
recorriendo con sus alas el cielo de mi templo.
Estrellas mojadas y tu sonrisa que trepa
por los rizos de tu pelo a mi mirada de cera.

Y salgo al aire desfigurada
hacia tus ojos, tu aroma, tu cuerpo
recitando mientras ando
en esta ciudad aislada.

Compártelo!

Carolina Laura Fernández Aronas

4-9-2015

Como un niño

Como un niño, reflejas transparente tu fragilidad,

en tus ojos tristes de dolor y pena, sufrimiento y violencia,

allí veo tu verdad,

que nada tenia que ver contigo, y así respiras el humo y tiemblas,

que ante mis ojos en mi despiertan, enfermedad y efluvios de nubes densas,

y salen, recuerdan, notas del pasado que no se entierran,

que chirrían en tus oídos, que vinieron aquí se quedan y no se alejarán

Siendo testigos de una destrucción lenta, cayendo en picado, herida abierta

el sol calienta, y mi voz despierta, lava brotando desde tu volcán.

Compártelo!

Carolina Laura Fernández Aronas

Una furia de rabia enquistada

Una furia de rabia enquistada,

Te lo dije todo ya sin decirte nada,

Porqué te empeñas en pensar en que un día volverá tu mirada,

Llena de sangre, tu mano floja, tu risa helada.

No ves que mi amor enrojecido sigue su cauce y sin mezclarse con tu cara,

Que asoma en sueños cada noche y me trae a ti cada mañana.

 

Compártelo!

Carolina Laura Fernández Aronas

Y cuando todo esto pase

Y cuando todo esto pase,

abriré mi garganta y gritaré bien fuerte,

hasta que salgan juguetes y trenes,

trompetas y silbatos.

Y miraré curiosa a mi alrededor,

cogeré mis prismáticos,

y exploraré los rincones secretos del mundo,

y de sus almas que pasean como yo, sin rumbo…

Qué bonito será salir ahí fuera en invierno,

con la incertidumbre como guía,

desanudando mis entrañas a fuego lento arrastrada por viento,

con la intuición como brújula, con el amor como alimento…

Compártelo!
Scroll al inicio